Hace prácticamente año y medio, cuando comenzamos la programación para la simulación de logística interna en las plantas de cartón, debíamos empezar con unos datos de partida fiables, y qué mejor que los datos reales. Nos basábamos en la producción de una onduladora existente para ver cómo agrupábamos las pilas de cartón dentro del almacén vertical y cómo circulaban. Simular la realidad digitalmente es hasta cierto punto fácil y de sentido común porque se pueden intuir los resultados. Su efecto no es otro que el de mostrar el movimiento real del cartón en una fábrica de forma digital, en una pantalla. Tanto el cliente como nosotros sabemos todos lo que ocurrirá o puede ocurrir. Ahí no está el interés de la simulación.
El proyecto interesante radica en poder prever los cambios que aparecerán sin tener un accidente “económico” de una mala inversión. El objetivo de la simulación digital de la logística interna en las fábricas de cartón debe mostrar e indicar la evolución y futuro de esa fábrica. Y eso sí que no es tan sencillo….
¿Pero cómo se hace si partimos de los datos reales actuales? Para ello deberemos acordar con el cliente los crecimientos esperados en cada área y los cambios de máquinas significativos, como puede ser el cambio de una onduladora con un ancho y velocidades de fabricación superiores. Simular el cambio de ancho no es tarea fácil. Requiere imitar la programación de onduladora para ver cómo respondería el proceso a la nueva programación al ancho y, a su vez, las combinaciones de papel más cortas debido al incremento de velocidad de fabricación.
En este punto es donde encontramos la dificultad y el valor del trabajo que sólo una empresa con experiencia en ingeniería logística y con conocimiento en las máquinas onduladoras de cartón puede aportar a la empresa o cliente. Cuando se adopta esta estrategia, la simulación es útil y su programación para esa fábrica nos sirve más de una vez. El cliente sólo recibe ventajas:
- nos adelantamos a problemas que pueden surgir y los solucionamos antes de que sucedan dando varias alternativas a la vez,
- podemos calcular el tiempo que ahorraremos durante el proceso,
- se adquiere experiencia de forma rápida en un proceso que aún no está implementado,
- identificamos incluso las áreas más complejas,
- es una técnica aplicable a cualquier sistema, no sólo a las máquinas de cartón.
Ser previsores es positivo para todos los implicados en un proceso logístico. El hecho de poder saber lo que sucederá si aplicamos un cambio en la fábrica nos da tranquilidad, todos sabemos que los cambios a veces no son fáciles y aceptarlos puede implicar a varios cargos dentro de una empresa. Pero con una simulación digital, tenemos una razón de peso para realizar ese cambio en el almacén o la fábrica.